“La chanchita” que motivó un emprendimiento educativo e inclusivo

La Granja Educativa Valle Patagual, en Coronel, nace post terremoto del 2010. Con el apoyo del Centro de Emprendimiento Colbún (CEC) hoy se instala no solo como un buen panorama familiar sino que además como una alternativa de rehabilitación para niños y niñas con capacidades diferentes.
Alfredo Sáez fue uno de los miles de damnificados del terremoto y tsunami que el 2010 azotó a la Región del Biobío. Tuvo que dejar lo que quedó de su casa para emigrar a Patagual, sector de la comuna de Coronel, donde tuvo que reinventarse junto a sus padres en una actividad en la que nunca había incursionado. Fue tanto su afán de salir adelante que gracias a “una chanchita”, hoy es dueño de la Granja Educativa Valle Patagual.
“Cuando llegamos no sabíamos qué emprendimiento hacer y empecé a vender leña, que era lo único que se podía hacer en el campo. Luego de eso me compré una chanchita que venía preñada de dos chanchitos. De esos chanchitos, hice un trueque con una cordera y con el otro chanchito una chiva”, recuerda Alfredo.
De esta forma nace la granja educativa, que se encuentra ubicada a solo 30 minutos de Concepción, en el kilómetro 26 camino a Santa Juana, con el objetivo de poder entregarles a los niños y a la familia la mayor información sobre los animales, desde su origen, descripción, alimentación, hábitat y longevidad, y de una manera cercana e interactiva.
Este emprendimiento, que lleva ocho años prestando un servicio a la región, tiene la particularidad de que todos los niños, independiente de sus capacidades, tienen la oportunidad de aprender. “Aparte de ayudar a los animales, también ayudamos mucho a la inclusión. Tenemos equinoterapia y zooterapia “, explica Sáez. “Hoy atendemos a un gran porcentaje de niños con capacidades diferentes, ya que el contacto con el animal genera la empatía y la aceptación, y al estar con el niño éste trabaja la confianza, autoestima y la seguridad”, puntualizó.
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